miércoles, 17 de marzo de 2010

La Música Segona

Sergio me escribió este domingo a una cuenta de correo que me hice a propósito de este blog. Aún no estoy acostumbrado a ir a mirarla, y hasta que no me ha avisado por otra página que frecuento más no me he enterado. Sergio me perdona, creo, y vosotros me perdonaréis. En fin, me hablaba de La Música Segona:

Lo de hoy es un a favor por simpatías, y por tanto, nada objetivo.

Tengo simpatía por Marguerite Duras, aunque llegó un día que me cansé de leerla.

También la tengo por Lurdes Barba, la directora, aunque quizá se la tenga más como actriz.

También me cae bien Àurea Màrquez, y eso tiene más mérito, porque no me gusta como actúa: siempre con mirada mística y ese tono desgarrado.

Y mi debilidad por Xavier Ripoll es de todos conocida.

El texto es quizá poca cosa. Bonito, triste, transparente. Al menos eso me pareció a mí, que un día dejé de leer a Marguerite Duras.

Lo de hoy no es una recomendación, ni una crítica, ni siquiera una opinión. Hoy sólo quiero celebrar ese misterioso conjunto de atracciones por el cual, muy a menudo, sin saber por qué, me dejo seducir.

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Para los interesados en saber más sobre la obra os propongo unos videos de 1995, cuando Fanny Ardant la hizo en París.


Sergio está a favor de la Musica Deuxième, pero no hay que inquietarse: nos asegura también que es sólo por una de estas simpatías irreprimibles hacia lo que nos gustó en el pasado. Si se me permite opinar, todas las simpatías son así en una u otra medida.

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